Implantes dentales

Los implantes dentales son pernos metálicos que se colocan en el área maxilar, adhiriéndose a la encía.

De esta forma, puedes reemplazar perfectamente esas piezas dentales que perdiste, a través de puentes fijos, coronas o prótesis que quedarán fijadas.

Y sin necesidad de sufrir las molestias de otros métodos, en los cuales se deben tallar dientes sanos o efectuar endodoncias.

Su apariencia es la de un tornillo que facilita una perfecta fijación de la prótesis a colocar. El resultado es muy natural, como si no llevases sustitución dental alguna.

El especialista deberá estudiar tu caso de manera individualizada, ya que existen determinados aspectos a tener en cuenta.

Por ejemplo, el tamaño de la mandíbula o la buena salud del hueso en donde se realizará el implante, así como un correcto proceso de cicatrización.

Saber cuándo necesitas los implantes dentales es tan sencillo como observar la reciente extracción de una pieza dental. Puedes recuperar la estética y la funcionalidad de tu boca con la ayuda de un implante de estas características. Para ello, es necesario analizar si eres un paciente receptivamente adecuado.

Una vez que apreciamos la falta de una o varias piezas dentales, debemos centrarnos en el tamaño de tu mandíbula, si esta ha conseguido desarrollarse sin problemas y permite la colocación de esa pieza metálica. En caso de que el especialista determine que el hueso es insuficiente para la correcta adhesión del implante, tienes la opción de someterte a un injerto óseo, que suplirá esta falta y la consecuente implantación.

Otro aspecto necesario que debes hablar con el especialista es saber si padeces algún tipo de enfermedad que pueda producir alguna consecuencia en el procedimiento que vas a iniciar. Si tu organismo presenta dificultades de cicatrización, debemos tenerlo muy en cuenta, a fin de evitar infecciones y un cuadro de mayor gravedad.

También es necesario que muestres tu disponibilidad completa a este tratamiento, que puede llegar a durar varios meses en función de los resultados que esperes. Asimismo, es de esperar que el paciente no fume durante el proceso, ni siquiera después de él, por las consecuencias que causa a la salud.

Tras haber sido revisado por el especialista y mostrarte apto para el implante, habiendo subsanado cualquier problema relacionado con la falta ósea mandibular, será necesario confeccionar el implante. Esto se hace con la ayuda de un molde para lograr una perfecta simetría y mimetismo con el resto de piezas dentales que conforman tu boca.

Posiblemente, sean necesarias algunas imágenes de tu mandíbula y dientes próximos al área a tratar. Para eso, pueden realizarte radiografías e, incluso, moldes. Después de comprobar tu historial médico y descartar otros problemas de salud, quizás necesites tomar algún antibiótico preventivo antes de iniciar con el procedimiento quirúrgico.

El especialista te administrará anestesia local a través de una o varias inyecciones, aunque algunos pacientes pueden requerir de anestesia general. Debes esperar un número determinado de intervenciones, las cuales dependerán del estado de cada paciente y el tipo de implante que se vaya a realizar.

De esta forma, en caso de que se requiera, deberá extraerse la pieza dental que vaya a ser sustituida. La sanación puede conllevar varias semanas. Si nos saltamos este paso, el especialista comenzará con la colocación del implante.

Seguramente debas acudir a una segunda cirugía para la colocación de una especie de poste, en donde quede la nueva pieza dental. Como toda intervención, será necesario esperar a su correcta sanación antes de seguir con el siguiente paso.

Ante la presencia poco estética de un hueco entre los dientes, el especialista te puede ofrecer la posibilidad de llevar un implante temporal.

Puedes necesitar un solo diente o un puente si pretendes suplir la falta de varias piezas dentales en la misma área. Por lo general, los periodos hasta el resultado final dependen del tiempo de curación que emplea tu boca, hasta que completa la cicatrización.

Si lo deseas, puedes solicitar que las nuevas piezas dentales sean removibles o fijas. Esto también se tendrá en cuenta según tu circunstancia, como que requieras de una dentadura completa. Las opciones son muchas y cada vez más cómodas para la practicidad del paciente.

Al necesitar un implante dental estamos optando por un sustituto de una pieza dental, que ha tenido que ser extraída. También puede ayudarte a cubrir la falta de varias piezas. Tras varias revisiones y procedimientos quirúrgicos, te será sencillo gozar de una sonrisa renovada y una excelente salud bucodental.